El restaurante de La Mola, un emblemático establecimiento situado en la cima del Vallès Occidental, está en riesgo de cierre después de 57 años de servicio. La Diputación de Barcelona ha decidido no renovar el contrato que finaliza en enero de 2024, alegando que la concesión es improrrogable según la normativa actual. Aunque no hay planes concretos aún, se contempla la posibilidad de una nueva concesión abierta a todos los interesados.
El restaurante se encuentra en el Monasterio de Sant Llorenç del Munt i del Obac, un convento románico de gran valor cultural y patrimonial. La propietaria, Gemma Gimferrer, ha expresado su preocupación no solo por el servicio de restauración, sino también por el cuidado del entorno, temiendo una degradación del patrimonio si el restaurante cierra.
Una característica distintiva del restaurante es el suministro de víveres mediante mulas, una práctica que data de los años sesenta y que sigue siendo esencial debido a la inaccesibilidad del lugar por otros medios. La incertidumbre sobre el futuro del suministro y la continuidad del servicio de restauración persiste.
El alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, ha expresado en redes sociales el compromiso del Ayuntamiento de trabajar en los próximos meses para asegurar que La Mola no pierda este equipamiento, destacando la necesidad de que sea sostenible y adaptado a la realidad actual del parque natural.
Este asunto afecta no solo a la comunidad local sino también al Parque Natural de Sant Llorenç, uno de los 14 espacios naturales gestionados por la Diputación de Barcelona, y pone de manifiesto la importancia de preservar tanto el patrimonio cultural como el natural.
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