masa madre receta

Masa madre

Te gustaría hacer pan y no sabes cómo. En nuestra sección de recetas caseras tenemos varias recetas para elaborar panes distintos. Sin embargo, uno de los ingredientes básicos en prácticamente todas las recetas de pan es la masa madre, una masa viva, llena de microorganismos que hacen que tu pan leve, tome cuerpo y adquiera un aspecto y una corteza magnífica.

Recetas caseras de Pan

Preparación de la masa madre:

  1. Corta una manzana a trozos pequeños, de 1cmx1cm más o menos. Añade una cucharada colmada de miel y cubre con agua mineral. Guarda todo en un envase hermético y déjalo reposar durante 5 días a una temperatura de entre 30 y 40 grados.
  2. Cuela el contenido del envase en otro bol. Desecha la manzana. Lo que nos interesa es el fermento que ha quedado en el líquido.
  3. Añade 100ml de agua y 100gr de harina al líquido del bol. Mezcla y deja reposar 48 horas tapado con la temperatura que te indicábamos anteriormente. Cuando la abras verás burbujas en la superficie.
  4. Divide la mezcla en dos. Cada mitad la añades a un bol y vuelves a alimentarla: 100ml de agua y 100g de harina. Mezcla bien para que no quede ningún grumo. Deja reposar 48horas más.
  5. Cuando abras tu masa madre verás que se han formado dos capas, arriba está la parte líquida con las burbujitas de las que te hablábamos antes, y abajo está la masa. Debes volver a dividir esta masa en dos y alimentar cada una de tus dos mitades. De esta manera siempre tienes masa madre para utilizar (en caso de que quieras hacer pan todos los días en casa). Es importante que recuerdes que no pueden pasar más de dos días sin alimentar tu masa madre -engrosa con los azúcares que obtiene de la harina. Si la dejas sin comer más de dos días se muere, los fermentos que toma tu masa para crecer quedarían inservibles y deberías empezar todo el proceso de nuevo.
  6. Este es el aspecto que debe tener ahora:
  7. Observa las dos capas que se  forman. Ya puedes usar tu masa madre en tus recetas: mezcla todo para que vuelva a ser una masa homogénea y la incorporas al resto de ingredientes de tu receta.
  8. Recuerda que no debes quedarte nunca sin masa madre casera, por lo que debes hacer subdivisiones e ir alimentándola cada día o cada dos.

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